Investigadores de la Universidad de Granada del Instituto de Neurociencias "Federico Olóriz" y miembros del grupo Neuroplasticidad y Aprendizaje han identificado en un estudio preclínico los efectos duraderos sobre la función cerebral del consumo de alcohol en modo "atracón" durante la adolescencia.
Los resultados muestran que la amígdala, el área cerebral implicada en la regulación de las emociones y la búsqueda de recompensas, muestra hiperreactividad en respuesta al alcohol en el adulto, incluso después de haber pasado tiempo desde la adolescencia sin haber sido expuesto a nuevo consumo.
Concluyen que no se puede descartar que los cambios plásticos permanentes inducidos en la amígdala por ese consumo temprano de alcohol y en ese modo compulsivo puedan impulsar posteriormente el consumo en la edad adulta al inducir una combinación de “ansiedad potenciada” y “mayor efecto reforzante del alcohol”.
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El estudio forma parte de la tesis doctoral de Ana Vázquez de Agredos, que ha sido dirigida por Milagros Gallo, del Departamento de Psicobiología, y por Cruz Miguel Cendán, del Departamento de Farmacología y está financiado por el proyecto de investigación PID2020-114269GB (MICN) desarrollado por Milagros Gallo y Fernando Gámiz.